El primo Ralph


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Postpretérito-Indicativo


Desde el primer momento, no le gustaría su presencia en absoluto. Su forma de hablar y de comportarse, el enorme parecido con su padre, solo la obligarían a tenerle aún más recelo e ira. Le parecería un huésped entrometido en los asuntos de la familia y por eso, huiría de su compañía y de sus amables conversaciones, evitaría quedarse a solas más de lo necesario.

En contra de su voluntad, lo aceptaría como su tutor y pasaría de estar bajo el control absoluto de sus padres al de él. Guardaría silencio ante las bromas de los otros, quienes la declararían más libre que nunca. “Como una pareja de enamorados” dirían para hacerla sonrojarse, pero no sabrían que el rojo de su cara estaría más relacionado con la ira que con la vergüenza.

A pesar de esto, bajaría la cabeza y escucharía las instrucciones. Accedería a esperarlo a la salida del colegio para irse con él en el carro y recibir sus tutorías en el ámbito de los conjuros de exorcistas. Realizaría con él sus labores de patrullaje nocturno y mezclarían sus ingredientes para ejecutar ataduras a fantasmas. Lo aceptaría como el primo segundo de su madre y el suyo propio, como alguien cinco años mayor y con derecho a ordenarle, como un exorcista de su familia y, aún más importante, como una persona recomendada por la Oradora del Maestro.

One Response to “El primo Ralph”

  1. ElleZ says:

    Para una mejor comprensión, referirse a la entrada "Círculo".