Nuestro día


.

Pretérito-Indicativo


El miedo, el horror, la desesperación y la claustrofobia de estar atrapada en una vida tan pequeña. El espanto y el abandono de encontrar sólo incomprensión en todas partes. La incapacidad de seguir respirando y el temor de no poder inhalar más y ahogarse definitivamente, ante la mirada de todos. Y lo peor: la persecución, el fin del mundo detrás, a punto de consumirlo todo.

Ese día, ¿por qué llegaste?, ¿cómo llegaste?, ¿a qué velocidad condujiste ese carro?, ¿cuántos semáforos te saltaste para llegar a tiempo? Cuando te necesité más que a nadie, allí estuviste, ni siquiera un segundo tarde. Y descendiste de ese carro junto con mi otro ángel, para recuperarme de un infierno congelado.

Y me dejaste en casa, a salvo, y prometiste no abandonarme nunca y salvarme un millón de veces más de ser necesario. Por eso, lo pensé y lo dije, y lo puse en la segunda página de tu libro, de nuestro libro: ¿Quién como tú para venir salvarme? ¿Quién como tú para llamar a mi puerta?