Si te hubiera escuchado aquella vez, quizá hubiera vivido arrullado en tu regazo y hubiera sonreído todos los días de mi vida, como mi madre hubiese querido, si hubiera vivido lo suficiente como para desearlo.
Si no te hubiera traicionado, perdido e insultado, quizá hubiera encontrado la argolla perfecta para tu dedo y el primo Charlie hubiera dicho un brindis largo y gracioso en honor a tu pelo corto y tus pestañas largas.
Hubiera llorado en silencio todas esas traiciones y hubiera mentido acerca de mis engaños, golpes e insultos. Hubiera sido un mediocre padre y un aún peor marido, incapaz de abandonarte por los crímenes en su espalda. Hubiera mirado unos ojos brillantes, como estrellas esperanzadas, en lugar de este triste cadáver, prueba de tu suicidio.
Si no te hubiera traicionado, perdido e insultado, quizá hubiera encontrado la argolla perfecta para tu dedo y el primo Charlie hubiera dicho un brindis largo y gracioso en honor a tu pelo corto y tus pestañas largas.
Hubiera llorado en silencio todas esas traiciones y hubiera mentido acerca de mis engaños, golpes e insultos. Hubiera sido un mediocre padre y un aún peor marido, incapaz de abandonarte por los crímenes en su espalda. Hubiera mirado unos ojos brillantes, como estrellas esperanzadas, en lugar de este triste cadáver, prueba de tu suicidio.
Muy interesante este ejercicio de los verbos, y buenos cuentos además. Muchas gracias por visitar el mío :D seguiré leyendo acá.
Me gusta... mantiene la melancolía de esta forma del verbo.