Destino


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Postpretérito-Indicativo




Ella conocería perfectamente la llegada de ese día. Caminaría tranquilamente por la calle bajo una pertinaz llovizna, típica de la estación, y esa vecina la detendría un momento para pedirle ayuda con unas clases para su hijo menor. Sonreirían juntas al verlo disgustado por la narración de sus travesuras en la escuela y al final se despedirían con un ademán y una sonrisa de rutina.

Ella se encaminaría de prisa a la parada del autobús, justo después de la calle ancha, y en ese preciso momento se escucharía un tráiler, pero sin importarle nada cruzaría y creería firmemente que podría llegar al otro lado a salvo. Sin embargo, el chofer no la vería a causa del parabrisas mojado, aceleraría y se dirigiría hacia su indefenso cuerpo de sangre, huesos y carne, los cuáles se dispondrían a quedar esparcidos por el pavimento. La muchacha se voltearía con horror, colocaría las manos en el rostro y ahogaría el grito de espanto.

Justo en ese momento, ella y el mundo entenderían la verdad sobre su importancia. El furgón se partiría a la mitad frente a los ojos de todos y cada trozo chocaría con las casas de la urbanización vecina. Ella permanecería allí, estática, la vecina acudiría ante el bullicio, la miraría con cara de extrañeza y entonces la muchacha sabría, por fin con toda certeza, que justo ese día, no moriría bajo ninguna circunstancia.

One Response to “Destino”

  1. No se ni cual comentar. Este esta genial, me parece increible la manera que manejas los tiempos.