El hastío


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Presente-indicativo



Rebeca sube al carro del primo Ralph y contesta algunas preguntas acerca de su día en el colegio. De inmediato, recibe una oferta de ayuda en sus estudios, pero la rechaza y asevera estar bien por sí misma. Ella escucha los detalles repetitivos de la última carta de su abuela, dónde la felicita por hacer lo que siempre hace, de la forma en la que siempre lo hace y con quien siempre lo hace.

Rebeca llega a casa y come al lado de Ralph la comida preparada por su madre. Luego, sube a la habitación y abre su cuaderno. Estudia las mismas cosas de siempre, a la misma hora de siempre, con el mismo tiempo disponible de siempre. Y comienza a pensar en su rutina de esa tarde, de esa semana, de ese año. Y repite en su cabeza la misma imagen monótona hasta sentir una terrible ebullición en sus venas, una ebullición color azul. Y entonces, casi sin darse cuenta, deja escapar un pensamiento prohibido de su cabeza: “Esto, esto es el hastío”.

Rebeca es despertada por su hermana Oralia, pues ya se le hace tarde para ir de cacería con su primo Ralph. La muchacha de repente se sonroja por haberse quedado dormida con ese pensamiento en la cabeza. Recoje apresurada su traje y se prepara para reponer los cinco minutos perdidos en la rutina del día.