Las cosas que hacías por ella


.

Copretérito-Indicativo

Desde el inicio, no sabías cómo dar buenas impresiones. Te presentabas sin el menor reparo como su novio y afirmabas no ver en ella más que su belleza. Hablabas sólo cuando querías y de lo que querías, ignorabas mis regaños. Eras la mezcla de un celador y un tirano. La seguías a todas partes, la llevabas a casa, la ayudabas a elegir su menú para el almuerzo y revisabas sus tareas diarias.

Pero también, desde el inicio, sabías cómo protegerla. Escuchabas acerca de su vida y actuabas siempre en consecuencia. Revisabas su horario y acoplabas el tuyo para poder recogerla. Poco a poco, mostrabas tu lado bueno y no dejabas de sorprenderme. Siempre estabas allí, con la mayor disposición posible, y lo más importante: nunca defraudabas, ni a mí, ni a ella.

De vez en cuando, la sombra de la envidia se albergaba en mi cabeza. No sé si lo notabas o no, pero siempre decías: “Quería hacerlo, por ambas”. De verdad sabías cómo arrancarme una sonrisa.

One Response to “Las cosas que hacías por ella”

  1. maribel says:

    Yo también siento envidia.