Manos sobre la cabeza


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Presente-Indicativo


 

La gente siempre se admira porque tengo los ojos grandes y redondos, papá. Sin importar a cuál lugar del mundo vamos, siempre me ponen la mano sobre la cabeza después de saludar y hacen algún comentario acerca de lo sedoso que está mi cabello. “Como hilos de seda de Inané”, contestas.

La gente siempre se admira porque a pesar de ser tan joven ya puedo diferenciar muchos tipos de algodones, según la región a la cual pertenecen. Cuando hago un comentario que suena como las palabras de un adulto, me ponen la mano en la cabeza y me felicitan. “Es el negocio de la familia”, afirmas.

El tren siempre me produce un vértigo terrible cuando pasa por las ciudades. Por eso es que me gusta hablar contigo, papá, pero tú nunca quieres conversar. “Silencio”, dices siempre y me pones la mano sobre la cabeza para obligarme a dormir.