Casa Parkasia


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Pretérito-Indicativo

La primera vez que noté tu existencia fue en mi cumpleaños número nueve. Mi papá hizo venir a toda la alta sociedad para celebrar el nacimiento de su hijo varón y me hizo llamar “el más hermoso de los Vannané”.

Te vi caminar hacia mí, visiblemente más alto y cinco años mayor, me regalaste una invaluable sonrisa y una caja de regalo con un lazo amarillo. Me pediste abrirla y lo hice: un juego de Casa Parkasia. Sonreíste de nuevo. “Para cuatro personas”, te dije. “Entonces, dos fichas cada uno”, y tu amabilidad me pareció una promesa.

Pero no cumpliste tu palabra, Michel. Bastó un ligero movimiento de la mano de tu padre y acudiste de inmediato a atender a una señorita. Aún así, yo usé ese juego tantas veces que la caja se rompió, le encontré el gusto luego de tantas partidas. Una y otra vez en mi habitación, solo, con un juego que fue diseñado para cuatro personas.