Pertenencia compartida


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Antepresente-indicativo



El tiempo de los Esteban jamás ha pertenecido solo a ellos. Desde el mismo día del contrato, ellos han unido sus fuerzas, sus almas y su tiempo. Por eso, el horario de uno siempre ha sido decidido cuidadosamente por todos, con el fin de jamás desperdiciar ningún minuto, ningún segundo. Porque todos han decidido ser prisioneros de la rutina, por su propia voluntad.

Por eso, una vez ha salido del colegio, Rebeca ha tomado su teléfono celular para avisar a Ralph del nuevo cambio en el horario. Y solo se ha detenido un momento a pensar en sus futuras obligaciones y ha visualizado sin querer más y más tiempo a solas con esa persona tan terriblemente desagradable, más y más quehaceres tortuosos, más repeticiones ridículas.

Rebeca ha escuchado unas risas de niños y casi sin darse cuenta se ha dejado guiar por sus pasos hasta el sitio. Por un momento, ha cerrado el teléfono y ha ignorado su responsabilidad para caminar hacia el parque de juegos cercano al edificio del colegio.