Las tres hijas


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Pretérito-Indicativo

Hubo una vez un rey, padre de tres hijas, cada una más hermosa que la otra. De todas las partes del reino llovieron ofrendas y regalos, acompañados de promesas de boda. Todos los príncipes alumbrados por la luz de la luna juraron por su honor contraer matrimonio con alguna de ellas. Entonces, una tarde, el rey miró a sus tres hijas juntas y las descubrió: cada una más hermosa que la otra. Algo se encendió en su cabeza.

El rey forzó a su esposa y esta dio a luz a una cuarta hija. Pero la niña demostró ser una criatura horrible a la vista, al tacto y al oído. El rey se llenó de repudio al verla y se sintió castigado por los dioses, debido a su avaricia. Decidió compensarlos de algún modo.

El rey encendió una hoguera en medio del pueblo. Allí ofreció a sus dos hijas mayores como sacrificio para los dioses y sirvió a la menor como alimento para las cabras de unos granjeros. El rey nombró a su hija, ahora única, Melania, en honor al oscuro destino padecido por sus hermanas.