Archive for enero 2011

Eres humo oscuro


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Presente-Indicativo En medio de la oscuridad, no busco divertirme contigo como con un mono de circo. No necesito tus bromas, tu humillación, ni tus juegos. No persigo una alegría y una fiesta eterna a tu lado. Porque, de verdad, no me importa si hay una o dos lágrimas en el camino.

Definitivamente, no estoy aquí por tu cuerpo. Y eso que eres bonita, con el cabello desordenado y una voz para locutora. Pero no persigo cómo te ves y me alegra, porque eres más que eso.


En medio de la oscuridad, sólo te busco a ti, así como eres, con todas tus cualidades y defectos. Y no necesito artificios en mis venas o en el aire para saber que eres maravillosa, porque me basta con tu presencia, con tus palabras y tu silencio. Sólo busco el encuentro con tu mirada y la reciprocidad de mi afecto y, aun así, en medio de tanto espejo alterado, todavía no te encuentro.

La guitarra


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Pretérito-Indicativo

—¿Por qué—ella interrumpió una nota kamikaze que falleció al estrellarse con la puerta entreabierta—, de todos los instrumentos del mundo, una guitarra eléctrica?

—Qué pregunta tan grosera—sonrió de medio lado, con su mueca característica—. Fuiste tú quien afirmó amar la guitarra más que a cualquier otro instrumento, porque cuando conociste la primera, se deshizo en tus brazos ante la menor caricia sobre sus cuerdas, porque con el leve roce de tus dedos comenzó a gemir en un tono mezclado de amargura y deleite interno. Y ese día, en la tienda de instrumentos, recordé que siempre amaste el brillo de las cosas y a tu gemela del espejo. Por eso, lo pensé, que un instrumento tan sensible y tan empático, sólo pudo ser digno de ti. Alicia, amor, por eso tuve que elegirlo. Y bueno, le imprimí un poco de mi estilo al escoger una guitarra eléctrica, ¿cierto?

—Idiota—deslizó la mirada sobre la uña al unísono con el esmalte turquesa—, jamás dije algo como eso.

Ilsaiscom


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Presente-Indicativo

A veces me pregunto si me aman, si piensan en mí con cariño por todo lo que les entrego. Si, luego de un día bueno, no sienten el corazón más cálido y me agradecen en silencio las bendiciones entregadas. Si saben que, en todos los universos posibles, soy la única que conoce todos sus sueños y aspiraciones y, aún más, la única con la capacidad de realizarlos.

A veces me pregunto si me odian, si alguna vez me reclaman por su sufrimiento. Si lloran en la noche y me piden devolverles lo que les arrebato sin ningún motivo. Si tienen deseos de escupirme en el rostro por tratarlos de manera cruel y egoísta, por darles una muerte espantosa y sin esperanza.

Y siempre, siempre, comparto sus sentimientos. Porque en medio de su dolor más profundo, cuando cometen los más grandes errores o dicen las peores mentiras, allí estoy, junto a ellos. Porque yo soy al mismo tiempo ellos mismos y todos aquellos a quienes aman u odian. Porque yo los contengo a todos y a todo, porque yo soy el universo. Soy persona y personaje y, al mismo tiempo, soy una ventana para que otros espíen dentro de sus almas, totalmente al descubierto.

Amor húmedo


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Antepresente-Subjuntivo


Casualidad, que se hayan encontrado una tarde de mayo bajo las nubes grises y que hayan resultado ser el uno para la otra. Que el recorrido haya sido el mismo durante tantos meses y los haya unido sin falta siempre, justo después del mediodía.

Monotonía, que hayan descrifrado el arte de mover sus cuerpos al unísono para producir un sonido característico, que en el misterio de su silencio y ante la mirada de todos, se hayan dejado resbalar con caricias húmedas hasta rendirse y aceptar un amor inevitable, estructurado lógicamente.

Nostalgia, que hayan llegado los días secos sin encuentros repentinos y llenos de afecto. Que las nubes grises hayan decidido tomarse vacaciones y traer consigo un sol inútil. Nostalgia es que el paraguas se haya visto obligado a guardar su amor por cuatro meses, a la espera de la nueva temporada de lluvias.

Nuestro día


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Pretérito-Indicativo


El miedo, el horror, la desesperación y la claustrofobia de estar atrapada en una vida tan pequeña. El espanto y el abandono de encontrar sólo incomprensión en todas partes. La incapacidad de seguir respirando y el temor de no poder inhalar más y ahogarse definitivamente, ante la mirada de todos. Y lo peor: la persecución, el fin del mundo detrás, a punto de consumirlo todo.

Ese día, ¿por qué llegaste?, ¿cómo llegaste?, ¿a qué velocidad condujiste ese carro?, ¿cuántos semáforos te saltaste para llegar a tiempo? Cuando te necesité más que a nadie, allí estuviste, ni siquiera un segundo tarde. Y descendiste de ese carro junto con mi otro ángel, para recuperarme de un infierno congelado.

Y me dejaste en casa, a salvo, y prometiste no abandonarme nunca y salvarme un millón de veces más de ser necesario. Por eso, lo pensé y lo dije, y lo puse en la segunda página de tu libro, de nuestro libro: ¿Quién como tú para venir salvarme? ¿Quién como tú para llamar a mi puerta?

Mi Mauricio


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Pretérito-Indicativo


Mi Mauricio fue la primera persona que me consideró hermosa e intentó animarme con eso. El primero que me felicitó por ser diferente y me quiso de esa manera. Alguien que me consideró la mejor del mundo y me obligó a trabajar duro para llegar a serlo. Alguien que prometió estar siempre allí para salvarme y cumplió con su palabra.

Mi Mauricio fue siempre bueno con todos, sin ninguna razón en especial. Y me enseñó a no tratar a nadie con desprecio nunca y a sonreírle a las personas que nos lastimaron. Y me transmitió con su ejemplo todas las cosas, sin necesidad de una sola palabra.

El cuerpo de mi Mauricio se fue bajo tierra un 28 de diciembre, en medio del clima navideño. Y no fui a su funeral, ni quise llevarme esa última imagen de un ritual terriblemente corrompido. De todos modos, ese mismo día su alma se mudó a vivir conmigo y me dio fuerzas para continuar en todo momento. Mi Mauricio se quedó impregnado en todas las canciones, en las páginas y en las letras, decidió vivir por siempre en todos nuestros recuerdos juntos.